martes, 19 de enero de 2010

9 semanas y 4 días.


Es increíble como en tan solo dos semanas mi renacuajo puede crecer tanto. El enano mide ya 27,6mm. Hoy le he visto las futuras piernas y sus futuros bracitos y además moviéndose, que ha sido más increíble todavía. Y mi madre ha estado ahí para poder conocer a su nieto y eso me ha gustado. El médico me ha dicho que se le ve un niño grande, muy grande y sobre todo con buena pinta, es decir, que espero que sea igual de grande como su padre en todos los sentidos...
El tiempo pasa y el enano crece dentro de mí. Sueño y sueño constantemente que se parezca a Carlos. Dicen que si lo visualizas mucho haces que sea así. Sé que no tiene mucho sentido, pero por si acaso imagino que se parecerá a él.
Otro cambio más es que el médico me ha dicho que empiece ya a trabajar. Dice que estoy muy bien, que el niño tiene un buen aspecto y buen latido y que me sentará bien volver al trabajo y ocupar en algo mi tiempo. No me importa volver al trabajo. Me he tomado un descanso, que lo necesitaba, pero creo que ya puedo volver, así que ya veremos...
El renacuajo crece, Carlos, mi vida... Me encantaría que fueras tú el que me acompañaras en estas visitas, pero sé que estás ahí, a mi lado, mirándome perplejo y sonriendo y sobre todo tan orgulloso... Te quiero con locura, mi amor, te quiero muchísimo, te quiero siempre...

domingo, 17 de enero de 2010

Con mamá.


En casa.

El lunes día 11 vino mi madre a verme. Se quedará hasta el sábado 23. La verdad es que tenía ganas de verla, han pasado muchas cosas: el quedarme embarazada, las navidades, que han sido un poco duras y no he podido ir a mi pueblo… Y sí, me apetecía estar con ella y a ella estar conmigo. Cuando llega una madre enseguida te organiza todo. Quiere hacer cosas, salir por ahí, hacer comidas diarias que guarda en la nevera, hacer la cama diariamente… Y sin querer, cuando te das cuentas ves que tu casa está algo más habitada que de costumbre. Han habido días en los que me he dado cuenta que no estoy preparada para algo así. No me malinterpretéis, adoro a mi madre y me encanta que esté conmigo, pero creo que no estoy lista para estar con gente en mi casa, al menos no durante mucho tiempo… En mi día a día intento que el resto de la gente no note lo que pienso, lo que siento o cómo me encuentro. Como dice una amiga mía, me convierto en Audrey Hepburn y hago como si nada pasase y todo fuera bien intentando sonreír siempre que puedo. Pero luego, desde el mismo momento en que cierro tras de mí la puerta de mi casa me relajo, me convierto y soy yo. Y puedo sentir lo que desee y puedo estar como quiera y puedo acurrucarme en mis recuerdos y puedo dejar de esforzarme y puedo descansar de mí…
Es duro darte cuenta que después de siete meses aún no estoy preparada para casi nada… Que sigo necesitando mi espacio, mi soledad, mi casa ahora vacía, mi silencio, mis horas muertas en mi sofá donde puedo soltar mis lágrimas furtivas sin disimular, donde puedo seguir preguntándome qué sentido tiene mi vida sin Carlos, donde no tengo que fingir …
A pesar de todos estos sentimientos adoro a mi madre y me encanta que esté aquí, sólo que a veces necesito esconderme en algún sitio, desaparecer un rato y no puedo hacerlo porque para el poco tiempo que está aquí no quiero preocuparla, no quiero que se sienta mal, prefiero que piense que, como le dice a todo el mundo por teléfono, estoy bien, muy bien… Espero que no se disguste por esto…
Carlos, mi vida, cómo te echo de menos, cómo se me rompe el alma aún al recordarte, cuánto te quiero. Te quiero más que a nada en el mundo, te quiero como de aquí a la luna y vuelta, te quiero siempre… No me dejes, si?

jueves, 7 de enero de 2010

Primer latido.


En casa.

Hoy he escuchado por primera vez el latido del corazón de mi renacuajo y ha sido increíble...
Aunque antes os debería poner un poco más al día, y es que aunque al principio se veían dos óvulos fecundados, parece ser que con el tiempo uno de ellos no tiró hacia adelante. Me dijeron que suele pasar en los embarazos gemelares, por eso al principio te hacen tantas revisiones, pero ya se ha confirmado del todo y hay un embrión perfecto de siete semanas y media y 12,2mm, aunque en la ecografía no lo podáis ver muy bien. Un enanito aún, pero que espero se haga enorme y fuerte.
Es curioso, pero hoy, por primera vez, salí contenta del ginecólogo...
Imagino que con el tiempo, cuando empiece a notarle un poquito más, me animaré y estaré más ilusionada con todo esto. Imagino que, hasta ahora, todo se me está haciendo muy cuesta arriba y son demasiadas las emociones que debo controlar. Además sigo triste, estoy tan triste que casi no puedo ver mucho más allá. Pero bueno, todos los médicos me dicen que es normal y que pasará. Debo creerlos...
He escuchado el latido del corazón de mi renacuajo...
Carlos, mi amor, mi vida, cómo habrías disfrutado de esto... Esta mañana te imaginaba a mi lado, sonriendo y mirándome con unos ojos enormes y emocionados. Te quiero tanto, mi lindo pajarito... Te echo tantísimo de menos... Sonríe, mi vida, que nuestro hijo está creciendo, si? Te quiero, siempre...