sábado, 23 de octubre de 2010

2 meses.


Ayer la enana hizo dos meses. Un gran cambio desde que nació a ahora. Está más tranquila, no hay cólicos y como podéis ver, sonríe mucho. Ayer la llevé al pediatra. Me dijo que estaba estupenda. Mide 59,5cms y pesa ya 5,240kg. Me dijo que va a ser una niña grande, y es normal, se parece a su padre... Le pusieron las vacunas de los dos meses y la pobre sufrió un poquito, pero se portó muy bien. La verdad es que es un cielo...
Yo hoy estoy cansada. Muy cansada. Hoy llevo despierta desde las 6:30 y hablando prácticamente con ella solamente, así que os podéis imaginar el diálogo. A veces siento que necesito salir corriendo o estar con mucha gente, pero imagino que es normal, son demasiadas horas las que tiene el día. Es increible lo que cambia un bebe, todo es diferente y ya nada es como antes. No tengo tiempo, nada de tiempo para mí... Hoy además está siendo un día un poco raro, en todos los sentidos, no sé...
Mi enana crece por días y cada vez la veo más bonita. Hay momentos en que la beso sin parar, por toda la cara, como hacía con Carlos y ella se queda quieta, relajada... Que confuso se puede hacer todo a veces...
Carlos, mi vida, te quiero... Lo sabes, verdad? Te quiero con locura, te quiero siempre... Y te echo demasiado de menos... Espérame, si?

sábado, 9 de octubre de 2010

De vuelta.


Por fin en casa, aunque no se si decir que eso me asusta o me relaja. Y es que nos hemos ido a mi pueblo, a Navalmoral de la Mata. Por eso he estado tan ausente. He llevado a la niña para que la conozca mi familia y nos hemos quedado una temporada allí. Ha estado bien, me apetecía estar con mi familia un rato, lo que ocurre es que no recuerdo a veces todos los que somos y es un jaleo al que ya no estoy muy acostumbrada. Además creo que mis hormonas me hacían estar más nerviosa de lo debido y a veces acababa un poco dequiciada. Pero a pesar de eso he de confesar que cuando llegué a Tenerife una parte de mí no quería haber venido tan pronto. Mi cabeza, que como podéis ver me tiene un poco liada...
La enana está genial, nos estamos adaptando la una a la otra y no es fácil. A veces creo que todo esto es demasiado para mí y que no estaba preparada mentalmente ni anímicamente para un cambio tan grande. Pero de repente la veo sonreír al escuchar mi voz, porque ya sonríe y mucho, y parece que todo se suaviza un poco. Es preciosa y se parece mucho a su padre, aunque también tiene rasgos y gestos míos. Lo que es la genética... Eso sí, abarca todo mi tiempo, todo, y ahora que estoy sola en casa más aún... No sé, podría hablaros de muchas cosas, de muchos sentimientos que rondan por mi cabeza, pero es como si no quisiera hablar de ellos en alto para no hacerlos reales, no sé... A veces me siento desbordada, angustiada, triste y eso me asusta. Pero otras veces abrazo a mi enana y no sé, me traslada a otro mundo... Aunque lamentablemente por ahora pueden más los otros sentimientos. Imagino que es normal, es estres de las primerizas, no?
Carlos, mi vida... Sigo sin poder hablar contigo... Es como si hubiera bloqueado tantas cosas... Te quiero más que nunca, mi vida, más que nunca... Te echo tantísimo de menos que me duele el alma y casi no puedo respirar. Te adoro, mi amor... Cuida de nuestra pequeña, si? Te quiero, amor, siempre...