lunes, 5 de octubre de 2009

Que sea como tú.



En casa.

De repente voy a tener muchas cosas que hacer: el viernes me subo a un avión con destino a mi pueblo. Allí estaré una semana, para ver a mi familia. Hace casi un año que no voy a mi casa. La última vez que los vi a todos fue en la incineración de Carlos. Vino casi toda mi familia. Incluso mi hermana Belén, que odia los aviones. Es triste pensar que montó en avión por primera vez para algo así. Me habría gustado que vieran mi casa con otro motivo. Muchos de mis hermanos era la primera vez que venían. Ese día estaban en mi casa casi todos. Ahora vuelvo yo. Y la verdad es que no me apetece mucho. Me da miedo salir de mi burbuja. Alejarme de mi espacio.
Luego me voy cuatro días a Madrid. Allí también hay gente que quiere verme. Entre ellos muchos amigos de Carlos que no pudieron estar aquí. Por otro lado está el hecho de ir de nuevo a Madrid. Madrid, Carlos y yo podríamos decir que somos uno...
Cuando vuelva a casa el día 21 tengo cita para terminar de arreglar todos los papeles de Carlos, hacienda, el registro de la casa... Terminar con una serie de documentación necesaria para dejarlo todo arreglado.
Y por último, el día 23: Hector. Por fin empiezo con nuestro sueño. No quiero pensar mucho sobre ello. No quiero darle mucha más importancia de la que tiene. No creo que sea bueno. Pero sí, empiezo con Hector.
Como podéis ver voy a tener unos días en los que voy a tener que mantener el tipo. Estar con la cabeza alta, con la cabeza bien puesta y no dejarme llevar para demostrarle al mundo entero que puedo con esto. Porque una idea que se me repite constantemente estos días es que todo esto, todo lo que pienso, todo lo que siento y mi lamentable vida es asunto mío. Sólo mío. Es mi lucha, algo que no puedo explicar, algo que nadie logra entender. Por eso, lo que para mí se presenta como unas vacaciones un poco agridulces el resto piensa que me sentarán bien. Y cómo explicar que no es así?
Pero mis semanas terminaran con el enano. Con el comienzo de una vida que espero que me llene tanto que casi no entre en mí. Con un suceso que es a la vez lo más alegre y lo más triste. Pero también será mío...
Te quiero, Carlos. Sigo llorando cada vez que te lo digo en alto. Te quiero, mi amor. Y espero que nuestro hijo tenga tus pies y, como desea todo el mundo, que también tenga tu nariz. Te adoro, vida, te quiero siempre...

17 comentarios:

  1. Qué gran noticia, operación retoño....eso es lo más maravilloso del mundo entero, la maternidad Ana, qué bueno, toda la gran familia que tienes para ayudarte en ello, nos das la major alegría a toda la tripulación. Y por cierto, sabiendo, que no sintiendo como tú, está claro, lo terrible que lo estas pasando, nunca dudamos de que ibas a poder.
    Yo ya tengo 2, Sonia y Segio de 5 y 3 añitos, y es tan hermoso, te quedas mirandolos, atontada, creyendote la persona más feliz de este mundo, añucinada con sus caritas, sus vocecillas...
    Te deseso toda la suerte del mundo, te va llenar tremendamente.
    No creo que tengas demostrar nada a nadie, bastante valentía has derrochado ya, y amor, amor puro.
    Sé feliz Ana.

    Fatty.

    ResponderEliminar
  2. Aquí sólo una voz más, para decirte que no hay nada que decirte, los silencios los llenas tú cuando quieras, las palabras y los caminos los irás construyendo conforme lo necesites.
    Y aquí esta mi voz, y las de otros por si las necesitas.
    Un abrazo. (si lo necesitas)

    ResponderEliminar
  3. No había escrito en tu blog, pero sí te leo todos los días. Yo tengo la suerte de poder decirte todos los días con un beso y un abrazo lo mucho que te entiendo, pero hoy Ana al abrir el blog y encontrarme con la carita de Carlos ¡ha sido tan inesperado! que ...Te quiero.

    ResponderEliminar
  4. Esperamos a Héctor con ansia. Un beso enorme

    ResponderEliminar
  5. Tengo muchas ganas de verte y poder abrazarte... ya queda menos... Aquí en Madrid te esperamos con los brazos abiertos.
    millones de besos
    terete

    ResponderEliminar
  6. Yo conocí a ese Carlos... incluso le cambié pañales en alguna ocasión (eran de tela y como eran gemelos, os podéis imaginar esas bañeras con un chorrito de legía todas las noches y los pañales en remojo), les llevé de paseo en su sillita doble... Y siempre fue así: unos tremendos ojos para no perderse nada y una entrañable sonrisa... Te quiero, Carlos. Te quiero, Ana. Te espero ansiosa, Héctor....

    ResponderEliminar
  7. Hola Ana, estamos aquí apoyándote para lo que necesites. Admiro tu valor y espero que la vida te recompense por todo el sufrimiento que estás pasando. Mientras tanto sigue avanzando poco a poco. Un abrazo muy fuerte.
    mar.

    ResponderEliminar
  8. MNadrid, pongamos que hablo de Madrid, como decía el malogrado Sabina, uno de mis favoritos, y el infinito madrid, que ni el más madrileño la conoce entera.....
    Madrid, ciudad de los mandrileños, ahhhhi, que remeeeembers en esas tierras del interior......

    ResponderEliminar
  9. Gracias mil Ana de compartir tus sentimientos con nosotros. Carlos/Sapo sigue viviendo en tus palabras y vuestros suenos. Pienso en vosotros siempre y estoy con vosotros.

    Un besote,
    Miss Pepegangas

    ResponderEliminar
  10. me alegra la idea de que lleges y nos digas dentro de unos meses hector.se que tu no me conoces pero si compartir con cARLOS BUENOS RATOS LABORALES Y ME LLENA de ilusion tu marcha para hacerte grande y cojer fuerza que recuperaras o al menos intentalo en el viaje.

    cruza el cielo azul y al hacerlo entiende tu mano con los ojos en el mar SEGURO QUE carlos NO DEJARA QUE TENGAS MIEDO AL VOLAR.

    ResponderEliminar
  11. Hola Ana, quería contarte que ayer estube hablanco con Carlos, como siempre me disuadio de mis ideas iniciales, coomo siempre tenía razón está Ana, yo lo veo y hablo de vez en cuando, con su sonrisa. Está ahí Ana. Quiere que seas feliz ante todo, y Hector sería la alegría de su vida, a ver lo que me dice en la próxima vez, ya te contaré

    Santi

    ResponderEliminar
  12. Me gustaría decirte muchas cosas. Me gustaría tener el don de poderte transmitir paz. Me gustaría que no sufrieras tanto, que hubiera una tregua para tanto dolor….
    Ojala pudiera....
    Del post de hoy, me quedo con la preciosa imagen de Carlos de niño.
    Y….si me permites, soñaré contigo que vuestro hijo sea pronto una maravillosa realidad.
    No puede haber nada ni nadie en el mundo que sea para ti, un consuelo más grande.
    Adelante Ana con tu ilusión de ser madre.
    Que tengas muchísima suerte!.

    ResponderEliminar
  13. Hola Ana, me ha impactado tu mensaje. Estoy en pleno transplante con mi novio y, cosas de la vida, antes de entrar me enteré de que estaba embarzada (a pesar de que nos habian dicho que era esteril). Fue para mi un consuelo saber, que si algo va mal, me quedo con algo suyo dentro de mi. Por eso, tu mensaje me llegó. Un abrazo. Carmen

    ResponderEliminar
  14. Nos alegramos de que te pongas en marcha, aunque lo hagas limpiándote las lágrimas.
    Mucha suerte, y un beso.
    María Rosa, Rebeca, Bernardo.

    ResponderEliminar
  15. Héctor, maravillosas noticias. Muchos besos

    Padi

    ResponderEliminar
  16. Mucha mucha suerte ana, con todo nuestro cariño, vengo de vacaciones y me encuentro con este sorpresonnnnnnn SUERTE Y MIL BESOSSSSSSSSSSS MONI Y JAVI desde Maria Jimenez, estaremos por Madrid sobre las mismas fechas.

    ResponderEliminar