viernes, 20 de marzo de 2009

Mascarillas



En el hospital
18º día de ingreso
300 neutrófilos, 17.000 plaquetas y 8,3 de hemoglobina.

Esta vez parece que se cumple el más optimista de los pronósticos. A tenor de la mejoría observada en mi estado general, parece que hoy me marcho a casa de aplasia domiciliaria. Me voy, una vez más, como un niño burbuja, pero como ya os he comentado en otras ocasiones, una burbuja bastante más agradable que mi habitación de hospital.
En cualquier caso, a pesar de las restricciones que supone estar inmunodeprimido, de los parches de morfina que llevo pegados a la espalda y algún que otro mal menor, este fin de semana se me antoja como un auténtico viaje de placer, exótico, apasionante y en la mejor compañía. Llevo muchos días sin saborear la intimidad de mi casa, de disfrutar de Ana las 24 horas del día y no sólo las horas que nos permiten su trabajo y el horario del hospital. En casa, además, Ana no tiene que llevar mascarilla puesta, y eso me permite disfrutar de su sonrisa y sus gestos permanentemente. Aunque os parezca un detalle sin importancia, el estar aislado y que todos a tu alrededor lleven mascarilla implica de algún modo que dejas de percibir muchas de sus de sus reacciones, de sus expresiones. Es como si te perdieras algo de las personas. Y normalmente no es hasta que sales por primera vez del hospital y eres tú el que la llevas puesta cuando te das cuenta de lo significativo del cambio.
Ahora son las 6 de la tarde y acaba de terminar de pasarme la segunda de las bolsas de sangre que me han trasfundido. Estoy a la espera de que me pongan una bolsa de plaquetas y me marcho. Realmente me siento con unas fuerzas que hace tiempo que no tenía, espero que sigan en aumento y mi recuperación sea consistente. Mi médico, Rafa, el gran Rafa, ha decidido que independientemente de cómo me encuentre el lunes, ingrese otra vez para continuar con la nutrición endovenosa ya que está demostrando tener muy buenos resultados. Esta vez no me importa el ingresar. Tengo que recuperar peso y masa muscular a marchas forzadas para afrontar la travesía con todas las garantías, y tengo poco tiempo para hacerlo, así que toda ayuda es poca.
El frío y el miedo están más alejados que nunca, y nosotros cada vez nos hacemos más fuertes. No hay nada que temer, así que no temamos. Seguimos con el rumbo claro, una determinación más firme que nunca y la absoluta confianza de que nuestro esfuerzo tendrá recompensa. Que continúe el viaje.

16 comentarios:

  1. ¡A la orden capitán, mi capitán! ¡Desplegad las jarcias y la mesana! ¡A todo trapo! que entramos en mar en calma y hay que aprovechar la brisa...

    Hermano, leerte es un placer inmenso, y leer "el frio y el miedo están más alejados que nunca" me pone un nudo en la garganta de absoluta felicidad. Últimamente se me empañan los ojos con frecuencia mientras leo o mientras escribo, pero no es de dolor, casi nunca, sino de la emoción de pertenecer a esta tripulación.

    Adelante, disfruta de estos dos días de remanso y sonrisas, recarga las pilas emocionales y mentales, que la tripulación se apresta a engrasar las maromas y "afilar" los remos para encarar con fuerza, la que tu nos transmites, el cabo de Hornos.

    Un beso enorme a los dos y, de nuevo, gracias por existir.

    ResponderEliminar
  2. me gusta,me gusta lo que leo.

    así figura, pasiño a pasiño.


    fuerza, valor y al juego...

    ResponderEliminar
  3. disfruta de la hogar, el dulce olor a lo conocido y el tacto de lo propio!!!!
    ABrazos¡¡¡¡
    rafa-fanfi

    ResponderEliminar
  4. me alegra saber que este finde puedes descansar tranquilo en casa junto Anita.
    relajate y disfruta que nosotros estamos aqui, esperando ordenes. :P

    te mando todo los besos y abrazos del mundo!!
    te quiero mucisisisisimo!!!!

    sari :)

    ResponderEliminar
  5. Espero que paseís un gran fin de semana,que disfruteís muchísimo el uno del otro y de vuestro dulce hogar... y no dejeís de soñar!
    Un fuerte abrazo.
    Terete

    ResponderEliminar
  6. Sapete...
    Espero que el finde haya transcurrido de manera placentera. Cogiendo fuerzas..

    Mil besos y abrazos para los dos..

    ResponderEliminar
  7. Amén hermano!! que sigan esas fuerzas, las mentales y las que estás recuperando físicamente. No me canso de decir que eres increíble... pero es que lo eres!! Tengo que agradecerte lo mucho que sonrío cuando te leo y me transmites tanta fuerza, me haces sonreir de verdad, desde las tripas.
    Descansa, coge fuerzas, sé feliz con (super)Ana. Aquí seguimos y seguiremos. Muchíiiiisimos besos capitanes!!

    ResponderEliminar
  8. Me ha llegado una conferencia muy interesante que se puede escuchar por internet. Es de un economista que se llama Manfred Max-Neef –igual ya lo conoces– que me ha resultado revelador. Te adjunto el link por si te apetece, durante tu ingreso, pasarte un rato escuchando lo que no se suele oir decir a un economista. Espero que te haga pasar un buen rato, así como a todos los que lo quieran oir.

    http://www.labroma.org/archivos/manfredmaxneef.wav

    Enjoy it

    ResponderEliminar
  9. Queridísimo Hermano:
    todos cogemos fuerzas cuando la mar te da este respiro. Me alegra gue hayas disfrutado de un reconfortante fin de semana con tu Señora Esposa, nuestra Capitana.
    Mañana empieza otra semana de hospital en la que seguirás recuperándote, con la sapiencia de la medicina y sobre todo con tu capacidad y tu esfuerzo ... Y así te prepararás para la llegada a Cabo de Hornos ... Pero todo a su tiempo, a su ritmo ... al tuyo.

    Os quiero muchísimo ... os queremos

    ResponderEliminar
  10. ¡Cómo me ha gustado tenerte en casa, mi vida! Es tan diferente. Se te ve tranquilo, a gusto, duermes de otra forma, y yo también. Incluso nos hemos ido a tomar algo rapidito el domingo por la mañana. Me gusta tenerte en casa…
    Aunque lo importante es que nos hemos puesto una meta, juntos, de nuevo, tenemos un propósito para tu viaje a Las Palmas, y vamos a luchar por ello. Tienes que engordar. Y no hay meta que mas me guste, je, je… Más que nada porque me obliga a hacerte comiditas y ya sabes lo que me gusta cocinar para ti. Y hemos disfrutado cocinando y planeando nuestro menú, verdad? Te veo mejor, te veo con ganas, centrado, sabiendo que es lo importante. Y eso me hace estar mas tranquila y sin darle vueltas al coco. Y te creo cuando me hablas de tu sensación, esa que habla de tus tres deseos.
    Te quiero mucho, Carlos, te quiero muchísimo. Y ya estoy planeando el nuevo menú para cuando estés de nuevo en casa. Ahora a seguir comiendo, que es propósito de esta semana. Yo seguiré aquí, queriéndote siempre… Sonríe, si?

    ResponderEliminar
  11. Que bueno que hayas estado tan bien, tranquilo y disfrutando de esas maravillosas horas con esa gran maravillosa ANA, esas horas que se que para ti son inmensamente importantes.Animo Precioso que ya va quedando menos. Os mando mil besos para los dos con un fuerte abrazo.

    Contigo siempre... Miguel,Lucas y Cris.

    ResponderEliminar
  12. Buenos días a todos,


    Otra vez he llorado de alegría viendo tu fuerza, otra vez gracias por darme fuerza, otra vez te imagino como un titán, otra vez siento la necesidad de decirte que te quiero, que ánimo, que ya queda poco, que somos muchos, que muchas, pero que muchas gracias por existir y por ser como sos.


    Un día más mi cariño , admiración y fuerza viaja a toda veloccidad hacia esa isla que se engrandece con nuestrosd capitanes.


    Gracias , de verdad.

    Marcos

    ResponderEliminar
  13. Hermano:
    qué propósito más rico!!! Espero poder ayudarte a conseguirlo. Hoy os he visto muy bien. Tranquilos, después de un fin de semana juntos, agustito. Me encanta veros relajados y felices, capitanes.

    Un millón de besazos.

    Os quiero muchísimo ... os queremos

    ResponderEliminar
  14. llevo varios días sin leerte pero es bueno saber que la última noticia es que estás animado. Me alegro mucho, mucho.
    Un beso enorme para ti y otro para tu jermu.

    ResponderEliminar
  15. Claro, no lo pensé nunca porque nunca me encontré en esa situación. Todo el mundo contemplándote con la sonrisa o la tristeza en los labios ocultos. La tibieza de los labios, la sequedad, las fisuras, las muecas. nada de so podías utilizar para leer más allá de las palabras. Pero te quedaban los ojos, ¿verdad?. Y esos mientes menos que los labios. Seguro que has aprendido mucho a interpretarlos.
    Y el fin de semana pudiste de nuevo estar en un mundo de bocas hablantes, sin sonidos amortiguados, con todo su poder comunicativo, me alegro. Sobretodo porque veo que esto te hace mucho bien.
    Una abrazo Carlos. Espero que sigas recuperándote.

    ResponderEliminar