domingo, 17 de enero de 2010
Con mamá.
En casa.
El lunes día 11 vino mi madre a verme. Se quedará hasta el sábado 23. La verdad es que tenía ganas de verla, han pasado muchas cosas: el quedarme embarazada, las navidades, que han sido un poco duras y no he podido ir a mi pueblo… Y sí, me apetecía estar con ella y a ella estar conmigo. Cuando llega una madre enseguida te organiza todo. Quiere hacer cosas, salir por ahí, hacer comidas diarias que guarda en la nevera, hacer la cama diariamente… Y sin querer, cuando te das cuentas ves que tu casa está algo más habitada que de costumbre. Han habido días en los que me he dado cuenta que no estoy preparada para algo así. No me malinterpretéis, adoro a mi madre y me encanta que esté conmigo, pero creo que no estoy lista para estar con gente en mi casa, al menos no durante mucho tiempo… En mi día a día intento que el resto de la gente no note lo que pienso, lo que siento o cómo me encuentro. Como dice una amiga mía, me convierto en Audrey Hepburn y hago como si nada pasase y todo fuera bien intentando sonreír siempre que puedo. Pero luego, desde el mismo momento en que cierro tras de mí la puerta de mi casa me relajo, me convierto y soy yo. Y puedo sentir lo que desee y puedo estar como quiera y puedo acurrucarme en mis recuerdos y puedo dejar de esforzarme y puedo descansar de mí…
Es duro darte cuenta que después de siete meses aún no estoy preparada para casi nada… Que sigo necesitando mi espacio, mi soledad, mi casa ahora vacía, mi silencio, mis horas muertas en mi sofá donde puedo soltar mis lágrimas furtivas sin disimular, donde puedo seguir preguntándome qué sentido tiene mi vida sin Carlos, donde no tengo que fingir …
A pesar de todos estos sentimientos adoro a mi madre y me encanta que esté aquí, sólo que a veces necesito esconderme en algún sitio, desaparecer un rato y no puedo hacerlo porque para el poco tiempo que está aquí no quiero preocuparla, no quiero que se sienta mal, prefiero que piense que, como le dice a todo el mundo por teléfono, estoy bien, muy bien… Espero que no se disguste por esto…
Carlos, mi vida, cómo te echo de menos, cómo se me rompe el alma aún al recordarte, cuánto te quiero. Te quiero más que a nada en el mundo, te quiero como de aquí a la luna y vuelta, te quiero siempre… No me dejes, si?
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Vente arriba bonita supongo que en el fondo la visita de tu madre te habrá reforzado.
ResponderEliminarpoquito a poco, ya empiezas a tener picos, o sea momentos mejores y peores, ponete contenta como dice mi sobrinilla, trasmitele tolo lo positivo a la vida que llevas dentro, que creo que va ser como un salvavidas de amor y ternura, y como Carlos, será tuyo.
Te deseo lo mejor, miles de besos preciosa.
Creo que a medida que la barrigota vaya en aumento tu cabeza no tendrá más remedio que centrarse en lo que viene, que los partos no son sencillos, mientras tanto intenta ser lo más feliz posible.
María.
Ana, me entristece mucho verte así y me quedo sin palabras, se que algun día tu corazón va a volver a sonreir, ojala sea pronto, con la llegada de tu renacuajo que te ayudará a soñar y a ver la vida de otro color. Estamos todos contigo mi amor. Te quiero muchisimo y a mi sobrinito tambien. Animo princesa!!
ResponderEliminarContigo siempre Lucas y Cris.
...¿Cuánto tiempo creemos que es necesario para superar que el Amor de tu vida se ha ido tan trágica y tempranamente?
ResponderEliminar... ¿Por qué cuesta tanto entender que es el momento del duelo, del dolor, del permanecer acurrucado en un rincón, con los tristes recuerdos y sintiendo el tremendo fracaso de los planes hechos en el pasado?
... Nadie quiere permanecer eternamente amargado, ni triste, ni aislado ni deprimido... pero hay veces en las que las fuerzas faltan y quizás sea lo que tiene que ser.
... La Vida y el tiempo se encargarán de cicatrizar heridas; todo avanza más rápido si ponemos de nuestra parte, pero si ello nos resulta a veces muy duro, no importa, el Amor lo puede todo y da fuerzas donde no hay. A veces, duele todo tanto...
LA VIDA.
La capacidad que tienes para hacernos compartir estos sentimientos tan personales, tus vivencias, es enorme.
ResponderEliminarTienes un don Ana. El de la comunicación a través de las palabras.
Me he visto reflejada en este post. Ha sido un “deja vu” de ida y vuelta.
Perdí a mi madre hace doce años y cuanto mas tiempo pasa, más me doy cuenta de que fue en mi vida alguien insustituible.
Estuvo a mi lado siempre y como la tuya, se adueñaba del espacio con todo su amor y su forma de ser tan acogedora y discreta. Se hacía imprescindible su calidez humana en aquellas ocasiones….te quiero mamá!.
Y ahora:
La vida me ha puesto en este rol de “madre que ayuda y agobia un poco”.
Se que a mi hijo y a mi nuera, estos meses pasados, les ha sido imprescindible tenerme en su casa algunas temporadas y han estado contentos de que así fuera, pero….ellos tienen su espacio, su vida, sus costumbres, su intimidad y yo ( o mi consuegra), hemos sido un “mal necesario” en esta época dura que nos ha tocado vivir.
Me siento identificada con tu madre. Su deseo de verte bien, debe de ser enorme. Su sufrimiento también. No es comparable al tuyo, desde luego, pero es tu madre y lo que a ti te hace feliz, la hace feliz a ella y tus penas la entristecen a ella también.
Dentro de unos meses, si Dios quiere, cuando tu hijo esté en tus brazos, sabrás que jamás, jamás, el cordón umbilical se corta del todo.
En la mayoría de las madres, al menos.
Cuídate mucho y estos días, déjate mimar por tu madre. La harás muy feliz, te lo aseguro.
Abrazos y besos.
Ana eres estupenda, el tiempo y los acontecimientos marcaran nuestro destino.
ResponderEliminarBuenos días preciosa. Un beso
ResponderEliminarHOLA ANA ,
ResponderEliminarEs de entender que quieras tu espacio pero como dice mi mama entenderas que no se les puede mentir a las madres.Jajaja ya no estaras jamas sola .Tienes dentro de ti ese trocito de Carlos que estara Dios mediante a tu lado como ese Angel capitan de barco.
Ayer te recorde mucho porque dieron en la tele esas peliculas de sillon de sabado ( El sexto sentido ) y recorde cosas que se asemejan contigo.La chica tambien se llama Ana y su protagonista que esta muerto sigue haciendo su vida de la misma forma que antes y no se da cuenta de la realidad .Este aprovecha que ella duerme y habla con el y cada vez que aparece la habitacion baja de temperatura.
Quizas casualidad o no pero sueña Ana ,sueña mucho para que veas que Carlos sigue a tu lado ahora y siempre como cuando tu estabas con el en su enfermedad.
Ahora hay que sonreir ,pues si muchas veces el tambien estaba triste y lo hacia para que tu no te derrumbras .Ahora eres tu con nuestra compañia los que debemos sonreir y luchar ,con el objetivo de un rumbo positivo.
Con nostalgia ,ratos de risas,llantos,espacions vacios y muchas cosas que iras descubriendo con Hector.
ARRIBA Y esperamos esa sonrisa desde el otro lado del ordenador
Su alma y su recuerdo es lo que nunca morirá ese es el mejor legado que puede dejar el ser humano en su vida terrenal.
ResponderEliminarCuidate mucho ahorita Ana. Besos.
teotihuacan
Muy Querida Ana,
ResponderEliminarTe entiendo pero obviamente no puedo imaginar el dolor que sientes por la ausencia de Carlos, pero el esta contigo, a tu lado para siempre.
Muchos besos, abrazos y carino,
Miss Pepegangas
Hola guapa supongo que es como una montaña rusa, con muchas subidas, pero claro las bajadas son peores, en fin ya queda menos para que el peque llene tu corazón de alegría.
ResponderEliminarDiegoló
ÁNIMO CAPITANA.
ResponderEliminarMarcos.
Lo que dices sientes es totalmente normal,a veces uno necesita su pequeño refigio para encontrarse consigo mismo y ahora nos es tan necesario Ana...,cómo te entiendo.
ResponderEliminarSalir juntas,cocinar juntas,disfrutar todo lo que podáis ambas.
Un abrazo Ana
Hola Ana, deja que el tiempo suavice tu dolor, agarrate a tu bebé,cuando lo tengas entre tus brazos te sentiras mucho mejor.
ResponderEliminarUn abrazo enorme de Marisa
Vamos Ana, vamos....
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