domingo, 18 de julio de 2010

La familia.


El jueves viene mi hermana a Tenerife con mi cuñado y mi sobrina. En seis años que llevo aquí es la primera vez que viene de vacaciones a mi casa. Es un logro para ellos teniendo en cuenta lo que temen el avión. Tengo ganas de verlos. Tengo muchas ganas de tener a mi hermana cerca. Despertarme y verla andando por casa, como cuando éramos pequeñas. Se quedan desde el 22 hasta el 29. Luego, el día 5 de agosto viene mi madre que ya se quedará hasta que nazca Daniela y algo más.
Va a ser un mes súper rápido, porque teniéndoles cerca se me va a pasar volando y últimamente deseo que sea así, que todo pase algo más rápido, pero sobre todo estoy deseando que vengan porque no quiero seguir sintiéndome sola, en casa… Imagino que me está resultando algo duro pasar todo esto sola. Tengo a la familia de Carlos, a la que adoro, la que no me deja ni un momento, la que intenta ponerme las cosas lo más fácil posible, la que me acompaña y a la que quiero como si fuera mi familia, porque es mi familia. Pero lo cierto es que cuando paso la puerta de mi casa no puedo evitar sentir que me he quedado sola. Me despierto con una sensación de vacío cada día que se va haciendo más grande según pasan las horas y veo que no hablo con nadie, que ya no puedo compartir emociones, pensamientos, sentimientos, bobadas cotidianas… Y aunque lo intento, esa sensación de soledad que se ha apoderado de mí nunca desaparece. Y el tener a Daniela dentro de mí, sin poder compartir cada detalle con Carlos se me hace duro, demasiado duro…
Por eso estoy deseando que venga mi hermana y mi madre, para que desaparezca un poco esa sensación de soledad, para no tener que esforzarme tanto en todo, para que todo me resulte más normal. Ese es uno de los poderes de la familia, el hacer que no te sientas solo, el hacer que las cosas pesen algo menos. Por eso intentaré que Daniela nunca esté sola…
Carlos, mi amor, te habrías alegrado tanto por saber que venía mi hermana. Cuántas veces lo hablamos, recuerdas? Estos días se me están haciendo tan duros, sin ti… Les habrías llevado a un montón de sitios para que conocieran la isla, pero bueno, lo intentaré yo, aunque no será lo mismo sin ti, nada es igual sin tí. Te quiero con locura, mi amor, te quiero cada día, cada hora, cada segundo… Te quiero, siempre…

lunes, 5 de julio de 2010

32 semanas y 5 días.



Me encantaría enseñaros algo más de Daniela que no sea su pie, un pie precioso, por cierto, pero la enana ya está muy grande para que se deje ver bien. Esta vez os enseño sus medidas y que veáis su peso, porque sí, pesa ya casi 2 Kilos 400 gramos!!! Gigante, como siga así va a salir gigante. Yo sólo pienso en que me queda bastante aún y si sigue creciendo a ese ritmo... Seguimos igual, el ginecólogo dice que está estupenda, larga y sana, con un latido constante y sobre todo ya está colocada, preparada para cuando desee salir, que espero que sea a finales de agosto.
Por mi parte voy bien, algo más molesta, porque el peso de la barriga se deja notar y sobre todo noto los movimientos de la enana, que ya se parece un elefante en una cacharrería. Me clava el pie en las costillas o me saca su culito por un lateral y la verdad es que impresiona un poco. Nunca imaginé que estar embarazada fuera así, los hombres deberían envidiarnos, de veras. Carlos habría disfrutado tantísimo de todo esto...
La próxima cita a principios de agosto. La fecha se acerca volando, sin dar tiempo ni a respirar...
Mi amor, mi vida, ya no queda nada y yo te sigo echando tantísimo de menos. Siento que te pierdas todo esto, siento tanto que no estés a nuestro lado, no sé como voy a reaccionar ante todo lo que se me avecina sin tenerte a mi lado... Te quiero, mi amor, te quiero con locura y te buscaré en los ojos de nuestra hija cada día. Te quiero, coco, te quiero siempre...